domingo, 27 de enero de 2008

MASA (Grupo de estudios, SM)

Manifiesto primero



MASA (Grupo de estudios, SM) se apertura ante la necesidad de crear un espacio inserto en la problemática del movimiento estudiantil en general y actuante en pos de la superación de los factores que atentan en contra de su organización; impidiendo que éste a su vez contribuya a obtener en la sociedad peruana mejores condiciones de existencia de las que actualmente nos son procuradas por el neoliberalismo aprista y el imperialismo capitalista en general. En estas tareas y otras que se observen necesarias, queremos encontrarnos con otros compañeros y compañeras estudiantes; abordar colectivamente la solución de los problemas desde su cabal entendimiento, que parte de la investigación científica y deviene en acción organizada estudiantil, sea gremial o en sus múltiples y diversas formas. Es imperativo canalizar la mayor fuerza posible en la lucha por superar las estructuras que mantienen en crisis a la universidad pública (que se manifiesta externamente en los continuos paros, movilizaciones y huelgas), crisis que es una de las expresiones de la explotación y marginación para la mayoría de la población peruana.

Entendemos que la universidad, como espacio de generación y transmisión de conocimientos desde su creación, ha cumplido la función de reproducir las condiciones para el mantenimiento del modo de producción vigente en cada etapa histórica. En la sociedad actual, el neoliberalismo, expresión del capitalismo mundializado, ha replanteado el concepto de universidad. Para un país de la periferia capitalista como el nuestro, el papel que se le ha impuesto a la universidad consiste en adecuar la formación técnica del trabajo humano a las necesidades de la expansión del capital. Eso explica la mercantilización de la educación, la generación de “intelectuales empresarios” que producen conocimiento en función al lucro y al mejor postor, es decir, limitando el conocimiento a los parámetros de los intereses privados del capital, justificando las relaciones sociales de producción imperantes y empobreciendo el tratamiento multilateral de las problemáticas de la población peruana. La incoherencia y contradicción entre el bienestar social y el incremento del capital se puede observar de continuo en las luchas que movilizan en diversos lugares del país a las masas en contra de sus condiciones de pobreza y explotación insoportables, producidas por la hegemonía del capital transnacional y el Estado aliado a la clase capitalista en general.

Por ello, a través del contacto más cercano con nuestra realidad social, buscamos reconocer y evaluar con mayor profundidad las formas en que el trabajo de los profesionales en el mercado laboral y para interés del capital, cobra una función reproductora e incrementadora del dominio de éste en la vida humana. Debemos ser capaces de replantear las formas generales y particulares de la organización estudiantil en función del cambio de las dinámicas y pautas fijadas en nuestras carreras, que hasta entonces solo la alejan de las necesidades sociales y sirven en general a la enajenación del trabajo humano y la alienación del los hombres y mujeres mediante las condiciones materiales e ideológicas imperantes. Desde esa fundamental perspectiva, buscamos contribuir a la formación de profesionales y seres humanos concientes, críticos y propositivos; capaces de accionar en una perspectiva integral desde los diversos campos de trabajo y las artes (historia, sociología, antropología, economía, Artes escénicas, etc.). Sabemos que sólo un conocimiento objetivo de los que somos los seres humanos en nuestras relaciones puede darnos las pautas para una acción que resuelva la problemática central de nuestra sociedad y las particularidades también vitales.

Creemos que el individualismo y el apoliticismo que se reflejan en nuestras acciones pueden superarse, así como los golpes y errores que el Movimiento Estudiantil ha recibido y lo ha mantenido en la postración. La tarea es participar en los espacios que, a través de luchas no solo coyunturales, puedan ampliar la representatividad de los gremios y elevar la conciencia y objetivos políticos de las bases estudiantiles, con sus particularidades y contradicciones pero unidas por intereses comunes, a través de sus reivindicaciones esenciales. Pero además es necesario plantear un programa revolucionario para la universidad, como parte de un programa mayor que contenga la transformación de las relaciones sociales en el país. Debe mediar para esto la conversación, el debate abierto, crítico y fraterno de la problemáticas actuales y perennes, así como el estudio y la interiorización del conocimiento científico en continuo desarrollo como sustento de nuestras acciones.

Saludamos fraternalmente a otras propuestas académicas-organizativas, en cuanto estén dirigidos de un modo u otro a democratizar los espacios de agremiación con mayor participación conciente de los estudiantes, haciendo frente a los problemas que aquejan a diversos sectores de la organización estudiantil. Y por eso debemos también expresar nuestro deslinde tajante con el burocratismo que obstaculiza y limita las iniciativas de base, su desarrollo y articulación, para imponer sus ideas y acciones de secta, negando así una exposición y debate en la masa estudiantil que desarrolle su conciencia y organización: este problema genera justamente el llamado apoliticismo en los compañeros estudiantes, hartos de las manipulaciones de viejos grupos políticos, radicales en sus discursos pero decadentes en sus prácticas. Así también en contraposición al burocratismo surge el ultra democratismo que pregona una falsa sumisión del representante como mero portavoz del espontaneísmo de las bases sin crear en ella conciencia de un trabajo coordinado entre bases y centro estudiantes, que eleve su conciencia madura y políticamente frente a los problemas.

Son por eso las falencias del elemento subjetivo, o de quienes intentan asumir la dirección conciente del movimiento estudiantil, las que muchas veces dificultan la reorganización. Tenemos por ejemplo el caso de la Reforma Curricular que se viene desarrollando en la Facultad de Ciencias Sociales. Ésta debió haber servido para articular a las bases con sus centros de estudiantes, y a estos últimos entre sí, en pos del desarrollo de una propuesta curricular estudiantil. Sin embargo, a pesar que desde un inicio hubo expectativas y las bases empezaron a discutir en torno ello, esta devino en desgaste y posteriormente en indiferencia. Esto se debió a la falta de un constante trabajo coordinado de los centros con sus bases (agravada por la huelga de los profesores), que impulsaran y desarrollaran las propuestas, haciendo eficaces las reuniones y manteniendo una mutua continua, no sólo restringida a la asignación de tareas. Por otro lado la debilidad organizativa de las nuevas bases y su pobre concatenación con los gremios, condicionaron que éstas terminen siendo “instrumentalizadas”, direccionadas verticalmente, por las juntas y el tercio estudiantil. Todo esto conllevo a un debilitamiento de sus intereses y su nula participación que fue asumida entonces por los centros sin su respaldo.

El proceso curricular continúa y aún es posible recuperar el contacto con las bases, exponiéndoles la situación hasta el momento y articulándolas mediante trabajos en los que puedan expresar sus propuestas y ser éstas canalizadas y viabilizadas por revitalizados espacios gremiales, legitimando de esta forma el proceso.

Construir por lo tanto una nueva unidad de los estudiantes, es la tarea del momento.


Ciudad Universitaria de San Marcos, enero, 2008.

MASA (GE, SM)


MASA (GE Ínter universitario) es impulsada por el CSM (Colectivo Socialista MASA). En Lima se organiza en la UPGV, en la UNMSM y en la UNFV.