viernes, 23 de noviembre de 2007

POR LA RECONSTRUCCIÓN DEL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL (PRONUNCIAMIENTO)


Durante los últimos años hemos apreciado como las luchas espontáneas alrededor de las reivindicaciones estudiantiles, que en algunos momentos parecían alcanzar una renovada fuerza, luego cayeron en la desorganización y en la indiferencia de las bases. Sea contra la corrupción de las autoridades universitarias, por los derechos de los comensales o en apoyo a la huelga docente, como en la actualidad, el movimiento estudiantil parece asomar reconstituido en defensa de sus reivindicaciones inmediatas para, luego de algunos pequeños logros y muchas más frustraciones, sumergirse en el marasmo y la fragmentación.


Mientras las luchas aisladas de los estudiantes se producen de forma intermitente, las políticas privatizadoras de la educación por parte del Estado neoliberal, el abandono económico y la corrupción en el manejo de las universidades públicas parece avanzar incontenible. Aquellos estudiantes que en esta última coyuntura lucharon por defender sus derechos fueron reprimidos por las autoridades corruptas, mediante golpizas y sanciones, tal como sucedió con los compañeros de la Universidad San Marcos que fueron prácticamente expulsados de su casa de estudios por defender el comedor de estudiantes de burócratas hambreadores y parásitos como el rector Burga.


Las bases estudiantiles sufren todos los atropellos inimaginables, inermes e incapaces de revertir su situación. Adolecen mayoritariamente de conciencia y carecen en general de organización y de dirección. En este escenario abundan los grupúsculos oportunistas y electoreros que tranzan con las autoridades por dádivas de diferentes tipos y venden las acciones de lucha para beneficiarse traidoramente. No existe una representación estudiantil o una agremiación nacional que defienda los derechos y reivindicaciones del estudiantado en su conjunto, pues hace mucho que Patria Roja ha pervertido la significación de un organismo de este tipo, apropiándose de la Federación de Estudiantes del Perú (FEP).


Paralelamente a ello otros grupos oportunistas intentan crear coordinadoras, frentes, asambleas de gremios y otros cascarones para negociar con Patria Roja su inclusión en la tristemente célebre FEP. Estos grupúsculos siguen la misma receta que la vieja izquierda: organizan encuentros casi secretos con unos cuantos tercios y gremios de escasa representación y se atribuyen la voz y representación del movimiento estudiantil en su conjunto. Los intentos de estos grupúsculos por remedar a Patria Roja y crear una organismo gremial nada representativo, así como sus apetitos sectarios y mercenarios, deben ser combatidos con toda firmeza.


No obstante es resaltante que algunos sectores ajenos a las maniobras de los grupos arriba señalados empiecen a plantear una mayor centralización de las luchas, muestren interés por formar espacios de coordinación de más alcance y tiendan una incipiente articulación con el interior del país. Aún cuando actualmente confluyen en los espacios manejados por aquellas sectas y grupúsculos, es importante rescatar su voluntad por dar los primeros pasos en dirección a constituir la organización que los estudiantes requieren para enfrentar la arremetida neoliberal del Estado pro imperialista y a sus lacayos en el sector educación. No se debe permitir que estas nuevas fuerzas sean desbaratadas y corrompidas por el oportunismo y mercenarismo de la vieja izquierda disfrazada también con nuevos e “integradores” nombres. Se debe llevar a cabo una profunda democratización y ampliación de los espacios de discusión y encuentro que logren formar en esta etapa una verdadera Coordinadora Estudiantil a nivel nacional, que centralice las luchas a este nivel y que sirva de frente de defensa de los estudiantes víctimas de las represalias de las autoridades.

Es por eso que ante lo señalado creemos que es momento de exigir a todos los estudiantes honestos y concientes, organizados y no organizados, el más amplio esfuerzo en la constitución de coordinadoras estudiantiles en cada región para que, luego de un proceso de amplia convocatoria y acumulación, estas confluyan en un verdadero Encuentro Nacional de estudiantes, donde se forme un organismo de centralización. Debe impedirse que unos cuantos nuevamente programen “encuentros nacionales” o creen “coordinadoras estudiantiles” de forma casi clandestina y de espaldas a las bases, invitando por lo bajo a Patria Roja para negociar con ellos o atribuyéndose un individuo la representación de toda una universidad, como fue el caso del señor Roca de “Integración Estudiantil”, quien con todo desparpajo se atribuyó él solo la representación de todo San Marcos, en la reunión estudiantil del 27 y 28 de agosto en la UNAC y donde se formó una “Coordinadora Nacional Estudiantil”, que no debe además en absoluto reconocerse como tal por ilegítima.

En este etapa el movimiento estudiantil carece de una representación real y por lo tanto la legitimidad de cualquier convocatoria para la continuidad de las luchas y la reconstrucción orgánica no es tarea sencilla. Sin embargo es claro que ante el alejamiento de las bases de sus supuestos representantes estudiantiles, federaciones y gremios, se debe rescatar los espacios reivindicativos en pie de lucha que han surgido espontáneamente y contado con un mayor apoyo y movilización de las bases. De esta forma y en el caso de Lima, lo que no lograron los compañeros de la UNI levantados en lucha contra Morales, al convocar y sostener un espacio amplio de lucha interuniversitaria, debe ser retomado por EL COMITÉ DE LUCHA EN DEFENSA DE LOS SANCIONADOS DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS. Ya su reivindicación ha sido sobrepasada por las tareas que se imponen en esta etapa y por lo tanto este espacio debe dar el salto y no sólo constituirse en ente centralizador de las luchas sanmarquinas, sino en espacio de convocatoria estudiantil de naturaleza general.

Por lo tanto, desde esta convocatoria abierta que se traduzca en asambleas estudiantiles amplias se debe dar paso a espacios de centralización a nivel regional y/o macro regional camino a un encuentro nacional con un mínimo de representatividad, abriendo en este proceso la participación de las bases bajo la modalidad de un estudiante un voto. En este etapa las federaciones y gremios tienen la responsabilidad de difundir e impulsar en las bases la necesidad imprescindible de su participación en el espacio pero, debido a la crisis de representación estudiantil, no pueden atribuirse la capacidad de decisión de las bases que NO MOVILIZAN en esta etapa. Es imperativo profundar la democracia en las bases estudiantiles y alentar su participación. Pero además esto debe ir acompañado de proseguir la lucha en defensa de la universidad pública y de los derechos estudiantiles. Es por eso que urge reivindicar LA TOTAL GRATUIDAD DE LA ENSEÑANZA PUBLICA Y UN MAYOR PRESUPUESTO PARA EL SECTOR EDUCACIÓN. No creemos que en esta etapa, con el grado de debilidad del movimiento estudiantil, podamos avocarnos a la lucha por una reforma universitaria, que bien puede ser el caballo de Troya que necesita la burocracia privatista para ir contra el derecho del pueblo a la educación superior.

Finalmente, sabemos que todas las luchas por reconquistar los derechos estudiantiles, continuamente pisoteados por el Estado neoliberal, sólo podrán conseguir sus objetivos si se logra transformar a la universidad peruana en la universidad popular. En aquella cuyo conocimiento no sea instrumental a la reproducción del modo de producción capitalista y mas bien sea fuente de conocimiento revolucionario. Paso a paso, el movimiento estudiantil debe ir adquiriendo al conciencia de cuál es su papel histórico. Y sobre todo cual es su deber en la construcción de una nueva sociedad, libre de la explotación y la miseria.


9 de septiembre del 2005

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